domingo, 20 de mayo de 2012

La intertextualidad

La presencia de un texto en otro es tan antigua como la literatura misma. Para explicar este fenómeno, se han empleado palabras como "centón" ("Obra literaria, en verso o prosa, compuesta enteramente, o en la mayor parte, de sentencias y expresiones ajenas"), "parodia" ("imitación burlesca"), "paráfrasis" ("Explicación o interpretación amplificativa de un texto para ilustrarlo o hacerlo más claro o inteligible. Traducción en verso en la cual se imita el original, sin verterlo con escrupulosa exactitud. Frase que, imitando en su estructura otra conocida, se formula con palabras diferentes"), "alusión" (mención de alguien o algo; relación, a veces velada, con otra cosa). La idea de influencia, que tenía que ver con la inspiración divina enviada a las almas, resulta mucho más abstracta por la diversidad de acepciones de la palabra y por los mecanismos difusos de evidenciar en la obra. También se incluye en esta serie de mecanismos tradicionales las nociones de "tópica" ("Lugar común que la retórica antigua convirtió en fórmulas o clichés dijos y admitidos en esquemas formales o conceptuales de que se sirvieron los escritores con frecuencia"), y de "imitación" (uno de los conceptos de la retórica que contribuían a formar un buen estilo). Estos mecanismos están presentes en casi toda la literatura de los Siglos de oro en España, y representadas en sus obras más importantes: el Quijote de Cervantes y las Soledades de Góngora.*
Sin ambargo, a partir del siglo XVIII y principalmente en el Romanticismo, los principios de la retórica y de la literatura antigua se desprestigiaron. Aunque la confluencia de textos se mantuvo, sus mecanismos se volvieron más  sofistificados y menos regulados. Es decir, los autores acudieron a todo tipo de fuentes, cultas y populares, de diversas lenguas. Y con la proliferación de otro tipo de discursos, político, publicitario y hasta cinematográfico, las posibilidades de inclusión se multiplicaron a mayor velocidad que los mecanismos para reconocer su procedencia. Ante esta situación, son necesarios nuevos términos para el análisis, como el de "intertextualidad". Este término fue acuñado por Julia Kristeva a partir de su lectura de Mijail Bajtin y retomado por muchos autores, entre ellos Gerard Genette, que prefiere la palabra "transtextualidad" o "trascendencia textual del texto" (Genette, 1982: 9).
Estas son algunas de las definiciones que propone en su libro Palimpsestos:**
  1. Paratexto: título, subtítulo, intertítulo, prefacion, postfacio, advertencia, introducciones, notas marginales, al pie de página, finales, epígrafes, ilustraciones. Le procuran al texto un entorno (variable) y a veces un comentario, oficial u oficioso, del que el lector más purista y el menos inclinado a la erudición externa no siempre pueden disponer. Antetextos, borradores, bocetos, pueden ser paratextos.
  2. Metatexto: comentario que une un texto a otro texto del que él habla, sin citarlo.
  3. Architexto: género del texto (explícito en un paratexto o implícito para el lector).
  4. Hipertextualidad, toda relación que une un texto B (hipertexto) a un texto anterior A (hipotexto) en la cual el texto B se injerta de una manera que no es la del comentario, sino de dos tipos de transformación: a) transformación simple (se traspone la acción de un lugar a otro) y b) transformación compleja indirecta (sigue el modelo genérico y temático, que constituye una etapa y una mediación entre el texto imitado y el imitador). En consecuencia, B evoca de manera más o menos manifiesta, sin hablar de él ni citarlo necesariamente.La hipertextualidad es un aspecto universal de la literariedad. Pero algunas obras son más intertextuales que otras. Los géneros "oficialmete hipertextuales" son: el pastiche, la parodia y el travestimiento.
  5. Hipertexto: "Todo texto derivado de un texto anterior" mediante ambos tipos de transformación.
  6. Hipotexto: Se trata del texto anterior (A) que se relaciona con uno posterior (B) por derivación.
  7. Alusión: cuando “un enunciado cuya plena comprensión supone la percepción de su relación con otro enunciado al que remite necesariamente tal o cual de sus inflexiones, no perceptible de otro modo”. Es una “huella intertextual” que a veces proporciona un apoyo similar al de la cita.
  8. Archilector. El lector que realiza la actividad hermenéutica de búsqueda de hipertextualidad en la totalidad de la literatura.
  9. Mimetismo. Al observar los inconvenientes del término imitación, el autor elabora dicho concepto, definido como: “todo rasgo puntual de imitación”, que se elabora identificando rasgos estilísticos y temáticos del texto a imitar.
  10. Mimotexto. Todo texto imitativo o producto de una combinación de mimetismos: “un ejercicio de traducción inversa: consistiría idealmente en partir de un texto escrito en estilo familiar para traducirlo en un estilo ‘extranjero’, es decir, más lejano [...] La esencia del mimotexto, su rasgo específico necesario y suficiente, es la imitación de un estilo; hay pastiche (o imitación satírica, o imitación seria) cuando un texto manifiesta, realizándola, la imitación de un estilo.”
  11. Idiolecto. Condición del mimotexto, pues es el proceso de “identificar los rasgos estilísticos y temáticos propios (del texto a imitar), y generalizarlos, es decir, constituirlos en matriz de imitación, o red de mimetismos, que pueda servir indefinidamente [...] No es una palabra, un discurso, un mensaje, sino una lengua, es decir, un código”. En literatura, no tiene ningún sentido copiar directamente, sólo se permite retomar el idiolecto.

Analizar una obra desde su transtextualidad no se limita a la localización de hipotextos, paratextos y otros elementos transtextuales, sino descubrir sus implicaciones en el autor, el género, el tipo de obra, las aportaciones del archilector, efectos y, en fin, elementos que permitan explicar e interpretar el sentido general de una obra.


*Todas las definiciones fueron tomadas del Diccionario de la Real Academia Española, versión en línea, http://www.rae.es/rae.html (consulta: 20/05/12).
**Las citas del listado de términos de están tomadas de la misma fuente: Gerard Genette, Palimpsestos. La literatura en segundo grado, trad. Celia Fernández Prieto, Madrid, Taurus, 1982, pp. 10-19.

1 comentario: