lunes, 7 de julio de 2014

Poscolonialismo y literatura comparada. Gayatri Chakravorty Spivak

La muerte de una disciplina, trad. Irlanda Villegas, Xalapa, Universidad Veracruzana, 2009.


La disciplina a la que la autora se refiere es la literatura comparada. Los propósitos que plantea corresponden al proyecto teórico de los Estudios de Área, mismos que, según se señala en estas conferencias, son resultado de una problemática social. El estudioso de la literatura, en la actualidad, es consciente de esta problemática, como profesor universitario: alumnos de diversas procedencias y niveles culturales y educativos que deben alcanzar previsiones establecidas en su conocimiento de la lengua y la literatura; estadísticas que revelan un alto grado de interculturalidad en las aulas, y el rezago en el manejo del código señalado por las instituciones educativas como "lengua materna".
           En consecuencia, la autora sostiene reiteradamente que las humanidades y las ciencias sociales deben complementarse. Como se puede observar, esta perspectiva de estudios literarios rechaza la especificidad de su objeto, y establece dilemas de categoría casi moral: "¿Cómo puedo yo, en tanto lectora de literatura, complementar las ciencias sociales?" (: 63) y "¿Cómo pueden una activista aficionada y una antigua estudiante de Literatura Comparada como yo complementar no sólo las ciencias sociales sino también la ingeniería social benevolente de mujeres para mujeres? ¿Cómo es posible usar lo que enseño para ganarme la vida, la crítica  literaria, para expandir mi responsabilidad institucional con lo que aprendo en el campo, otras mujeres...?" (: 65)
            El enfoque propuesto, entonces, propone objetivos orientados a hacer de la literatura un instrumento útil a nivel colectivo, por ejemplo: trabajar para la formación de una colectividad no deliberada, aprender a aprender para idear una filosofía práctica a fin de entrenar a los miembros más amplios del futuro electorado y sus docentes en la adquisición del hábito de reflexionar acerca de la democracia (: 61).
            La terminología incluye expresiones que aluden a esta perspectiva. Como "Telepoiesis", que se referiría al proceso de afectar al que está a distancia a través de una "poiesis", objeto imaginativo. Algunas obras son "desplazamientos telepoieticos", por ejemplo, El corazón de las tinieblas, novela que la autora analiza en función del propósito de complementar la literatura comparada con los Estudios de Área (comparados) y el entrenamiento formal de la imaginación en el aula.
            Establece, pues, que el personaje de Marlowe justifica el imperialismo británico sobre el belga, de acuerdo con el postulado del imperialismo capitalista de ganar adeptos en el mundo a favor del cálculo; que la obra subraya la advertencia de no constreñirse, es decir, de no "volverse nativo"; en suma, a reforzar las diferencias entre colonos y colonizadores. En tanto que la crítica sostiene que la literatura puede poner en escena maniobras hacia la colectividad, establece una comparación entre la visión que ofrece la obra de Conrad con otras dos novelas de países descolonizados: Season, de Táyyeb Sáleh, y Pterodactyl, de Mahasweta Devi. La comparación partirá del problema "¿Cómo se figura lo siniestro en estos tres textos?"
             Con este planteamiento, la autora incorpora otro elemento de análisis: el psicoanálisis; la justificación es que mente y obra están conectadas en formas susceptibles de ser descifradas mediante las herramientas freudianas de lo familiar y lo siniestro ("No puedo psicoanalizar ni a Conrad ni a su texto. Estoy tomando la noción cultural freudiana familiar masculina y europea, del tipo de lo no familiar o siniestro como una alegoría de la lectura").
           En conclusión, la Literatura Comparada sería sustituida por una Literatura Comparada Planetaria cuyos objetivos incluirían: 1) estudio a profundidad de la lengua en que fueron escritos los textos a comparar; 2) disolución de los puntos de vista monolíticos de las áreas; 3) colocación de la historia de las fuerzas de la naturaleza lejos de la especificidad de cada nación (el "Planeta", la "planetariedad", es una catacresis para inscribir la responsabilidad colectiva en tanto derecho, las colectividades que se abren a través de la pregunta "¿cuántos somos nosotros?").

domingo, 6 de julio de 2014

Erich Auerbach: Estilo y espíritu

Erich Auerbach, Dante, poeta del mundo terrenal, trad. Jorge Seca, Barcelona, Acantilado, 2008.


Auerbach considera a Dante el iniciador de toda la poesía moderna y, más aún, "quizá no sólo de la poesía. Dante encontró la figura del ser humano que la conciencia europea posee y que se manifiesta también en las artes plásticas y en la historiografía" (280). Esta figura del ser humano es el asunto determinante que estructura la argumentación del libro Dante, poeta del mundo terrenal (2008). Este proceso de análisis estilístico (el establecimiento de un principio creativo cuya demostración guíe las pautas de los elementos de la obra del poeta italiano) contribuye a la preocupación determinante del crítico: la mímesis.
       La interpretación de Auerbach a propósito de la mímesis en Dante parte de que la evidencia de lo representado (por ejemplo, la presencia de individuos reconocibles en los tres sitios destinados a las almas de los hombres) no depende de si se ha visto antes algo similar ni de si es o no verosímil, sino de la convicción de que a cada personaje sólo le sucede lo que le corresponde. Esta noción se habría formado a lo largo de la tradición literaria desde la tragedia griega, la fuerza de los personajes en los diálogos de Platón, en Virgilio (autor de la única pieza de poesía sentimental que conocería la Edad Media), en la vida de Jesús (cuyos personajes representan una liberación de los límites sociales y estéticos) y la poesía provenzal, entre otras manifestaciones culturales.
      El crítico retoma la poesía juvenil de Dante, el stil nuovo, para establecer el modo en que se formó y consolidó la voz del poeta. Por ejemplo, establece que el motivo de sus poemas juveniles no es un tema o un pensamiento, sino un suceso casi cotidiano que expresa un sentimiento profundo y al mismo tiempo es claro como un pensamiento. Así que su poesía se construye de un pensamiento a la realidad.
        Es así que el ensayo, ocupado en el  principio de creación, lo humano, halla explicaciones más certeras en la tradición literaria y en los mecanismos de construcción del poema. En tanto que la biografía del poeta, su origen social, el encuentro con Beatriz, el contexto geográfico e histórico que lo rodeó, sus conflictos políticos, son asuntos que para Auerbach son importantes sobre todo por enriquecer la tierra que aún daría sus mejores frutos: la Comedia.
       Al analizar la estructura de esta obra fundamental, encuentra "tres sistemas interrelacionados y fusionados, que se corresponden con el orden divino: uno físico, uno moral y uno histórico-político" (167) que atraviesa cada espacio de la escatología divina medieval. Al referirse a la representación del mundo terrenal en imágenes y expresiones, como los encuentros, la expresión de las almas de los personajes, la reflexión sobre el destino humano con  sus peculiaridades individuales (recuerdos propios y memoria legada a los vivos). Los personajes elegidos por Dante, tanto de su historia contemporánea como del universo mítico, se configuran como personajes unitarios, complejos, en su ser espiritual y corporal. Destaca  la capacidad de observación de Auerbach, respaldada por su erudición, poco visible en las notas bibliográficas pero palpable en el diálogo con la obra:

A partir de estos elementos de realidad y de voluntad sobrehumanas, de orden y de constricción mágica, se formó el estilo de la Comedia, que es tan característico que quien conoce bien la obra cree escuchar la voz de Dante en cada palabra y en cada sonido: una voz potente, invocadora y al mismo tiempo dulce y penetrante, que puede ser severa y dura pero que en  todo momento es una voz humana. Dice lo justo y lo verdadero como un maestro, lo sucedido en realidad como un cronista, pero doctrina y crónica son transportadas en la obra por la corriente de la emoción poética  de modo que son elevadas a muy gran altura y aparecen en toda su claridad como algo inaccesible, misteriosamente perfecto. La Comedia, como ya hemos resaltado con frecuencia en el curso de este trabajo de investigación, trata de la realidad terrenal en su forma definitiva y verdadera; pero la transposición que esta realidad terrenal ha sufrido en el más allá hace que, pese a toda su autenticidad y originalidad manifiestas, contenga algo de paisaje onírico, una atmósfera peculiar. A la tradición de la comunidad esotérica selecta que cultivaron los provenzales tardíos y aún más los poetas del Stil Nuovo -el joven Dante el que más- de separar el resto de los seres humanos a las nobles almas de la liga de Amor y de considerarlas únicamente a ellas como dignas de su poesía, a esa tradición, la Comedia le dio una forma nueva, no la rompió. No sólo se dirige valiéndose del apóstrofe a una minoría selecta; esto no es aquí lo decisivo porque, indiscutiblemente, la Comedia en su conjunto se dirige a todos los seres humanos o por lo menos a todos los cristianos. Pero conduce a todos los seres humanos a un territorio extraño, especial, en el que sopla un aire distinto de nuestra familiar Tierra. Lo real de la vida no desaparece sino que es doblemente diáfano y tangible, pero la luz del ambiente es distinta y los ojos tienen primero que acostumbrarse para poder ver: y entonces aprenden una nueva manera de ver, una nitidez intensa de la mirada que no permite estimar cualquier cosa como insignificante, cotidiana, fragmentaria, porque todo lo que aparece es figura definitiva e inmutable que exige la máxima atención y la concentración más rigurosa... (276-277)

     La estilística, como se sabe, pretende establecer las motivaciones que pudieron estar presentes en el alma del artista, y demostrarlas mediante el análisis de la obra. Erich Auerbach, en este texto, plantea que Dante es creador, ni más ni menos, del ser humano, ser de su tiempo pero también heredero de su historia y mitología, representación creada a partir de recursos verbales pero pleno de vitalidad y actualidad, producto del orden de la doctrina y la poesía.